... un bajón de tensión me complicó las cosas
...la fuente de inspiración desapareció
...el cargador de mis pilas es mucho más lento
...no encuentro las rimas, etc
fueron algunas de los justificativos en los que pensé para esta vuelta después de ... ya ni me acuerdo, ha! Sí del famoso “triunfo histórico”, dejémoslo ahí mejor porque me subió el pulso de nuevo. Lo bueno que eso fue un buen disparador para que muchos apretaran “PUBLICAR COMENTARIOS”, algo bastante difícil de lograr en ustedes. Pero bueno también pueden hacer un listado de posibles excusas poco creíbles como las mías.
Lo cierto y lo bueno es que estamos aquí y todavía queda tela por cortar, y mucho delirio por compartir para despertar o risas o comentarios.
Bueno pintemos el panorama un poco, y haciendo una analogía con el deporte, que nada tiene que ver con el conflicto, pero para dibujar algo digamos que el partido se nos presentó así :con la transmisión en directo a todo el país, ganábamos por amplia ventaja al inicio del partido, cuando nuestro técnico, mucho más conservador, replegó a sus jugadores para defender el resultado. Esta actitud conservadora y pacifista de la negociación hoy nos sale más caro, ya que ahora los que siguen creyendo en un resultado favorable, hoy tienen otro trabajo, y es convencer a sus compañeros de que el camino es seguir con la medida de fuerza y bancándose el descuento.
Y aquí hay que detenerse para analizar esto y posicionarse con respecto a la adhesión y a la continuidad de la lucha, lucha entendida en el sentido de salir a reclamar y de seguir apostando.
Sin que se entienda en mi como una negatividad, creo que se ha cedido mucho terreno en esta batalla, se ha replegado a la gente, y no es necesario tener que volver a responsabilizar al gremio ADOSAC porque ya se ha hecho.
Muchos sentimos que nos habían entregado nuestra lucha, los meses de cagarse de frío en la carpa, por convencernos de que una negociación con este gobierno mafioso y manipulador era lo mejor, y aquí estamos de nuevo, finalizando el partido, tratando de mandar a los jugadores de nuevo al ataque, y algunos ya no confían en nada, ni en el gobierno corrupto de Peralta y Kirchner, y lo peor de todos, ni en su propio gremio, que se dice respetar a las bases, cuando se cansaron de plantear una aceptación a lo inaceptable.
No digo que no hay que seguir, todo lo contrario, creo mucho en eso de que "la única lucha que se pierde es aquella que se abandona", y este mes mas que nunca
NO TIENE QUE SER OCTUBRE, TIENE QUE SER MARZO
O EL OCTUBRE DE LA REVOLUCIÓN
porque es el mes más político de todos, porque están especulando nuevamente con nuestro paro, y apostaron al desgaste nuevamente, sin importarles la educación, porque están pendientes de los números de adhesión, y esta vez, si bien es difícil alcanzar los números de marzo, sabemos que podemos crecer en este mes y va a ser interesante plantear el peligro a la continuidad del ciclo lectivo, cuya responsabilidad de garantizarlo es netamente de todo gobierno y no de los docentes.
Ningún gobierno puede poner en riesgo la continuidad de la educación y el normal funcionamiento de la misma, y ahí debemos sacarnos la culpa y la responsabilidad como trabajadores estatales.
Ahora bien, tenemos compañeros a los que va a ser difícil levantar, porque luego de dejar mucho en las calles, hoy no confían en la capacidad de sus dirigentes, que al igual que el gobierno supieron dar un doble discurso, actuar de noche y hasta lo último que sucedió, tratar de castigar al que piensa diferente y al que se opone a esta conducción gremial, actitud más kirchnerista que kirchner.
Hoy si se transformaron en escépticos aquellos que caminaban conmigo, hay que darles la razón, pero sobretodo respetarlos, y a modo particular dejo de llamarlos carneros a los que en un momento apostaron todo y el bienestar de su familia, para seguir a los que agarraron el megáfono y a pesar de esperar un grito que los motive a seguir, obtuvieron una voz finita que les dijo: “que hacemos compañeros?, cantamos el himno?” Ya no son carneros los que en un momento se pusieron de pie y hoy ya no quieren caminar, los carneros son los que ayudaron a apagar el incendio.