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miércoles, 24 de diciembre de 2008
FELICIDADES EN ESTAS FIESTAS
es el deseo de este sitio, que esta transitando la segunda navidad y año nuevo, con 188 entradas publicadas, 12.300 visitas y pronto a cumplir el segundo año de vida.
Por ello es que quiero saludar muy especialmente a ustedes que están desde el otro lado y logran esto.
Siempre que la vida siga sorprendiendo con cosas buenas y malas habrá un motivo para escribir, escribir algo, lo que sea...en fin, dejar una huella. Pero si no existe nadie que lo lea, opine o se entretenga sobre lo que se escribe, no habrá nunca motivo para publicar.
12.300 GRACIAS!
Les deseo una buena vida a mis queridos desconocidos ya conocidos y no tantos, y ojalá siempre logremos estar felices con las cosas simples de todos los días y que no nos lamentemos por lo que no tenemos.
martes, 9 de diciembre de 2008
ATARDECER EN EL SUR
Momento esperado
de un viento ya cansado,
la calma tardía
reposa en la estepa.
Un rojo degradado
en nubes dibujadas
descubren una luna
calcada sobre el agua
Latidos en calma
que acompañan al sol.
Un árbol solitario,
ya vencido por el viento,
busca con su copa
la sombra que se fue,
y encuentra el consuelo
en un río monocorde.
Son sombras pintadas
en paredes de roca
que proyectan perspectivas
de cumbres caprichosas,
movilidad de luces
en un instante que se va,
la mágica secuencia
se repite sin igual.
La mirada discreta
de una luna elegante
alumbra a lo lejos
un horizonte sin fin.
La helada me recuerda
de que sigo aquí en el sur,
del lugar de lo curioso
lo asombroso y lo real.
La fatiga de un día
que despierta más temprano
se observa en un sol
que ya me abandonó.
Los astros se encienden
en un cielo perfecto
y atajan mil rayos
de la eterna luz.
Atardecer en el sur,
soledades compartidas
contemplando un suceso,
descubren un sentido
que es la emoción,
momento que capta
la inmensidad de la paz,
en un lugar lejano
que consigue enamorar.
de un viento ya cansado,
la calma tardía
reposa en la estepa.
Un rojo degradado
en nubes dibujadas
descubren una luna
calcada sobre el agua
Latidos en calma
que acompañan al sol.
Un árbol solitario,
ya vencido por el viento,
busca con su copa
la sombra que se fue,
y encuentra el consuelo
en un río monocorde.
Son sombras pintadas
en paredes de roca
que proyectan perspectivas
de cumbres caprichosas,
movilidad de luces
en un instante que se va,
la mágica secuencia
se repite sin igual.
La mirada discreta
de una luna elegante
alumbra a lo lejos
un horizonte sin fin.
La helada me recuerda
de que sigo aquí en el sur,
del lugar de lo curioso
lo asombroso y lo real.
La fatiga de un día
que despierta más temprano
se observa en un sol
que ya me abandonó.
Los astros se encienden
en un cielo perfecto
y atajan mil rayos
de la eterna luz.
Atardecer en el sur,
soledades compartidas
contemplando un suceso,
descubren un sentido
que es la emoción,
momento que capta
la inmensidad de la paz,
en un lugar lejano
que consigue enamorar.
Pingui
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