El 11 de septiembre de 2001 comenzó, con la noticia del ataque terrorista al territorio norteamericano. El informe periodístico aparecía con grandes letras diciendo “El día que cambió el mundo”, la primera impresión daba a entender que en USA había un gran lío y un gran deseo de venganza, de allí a que cambie el mundo hay un largo camino. Se me vino a la memoria algo peor que le pasó al pretérito imperio Romano, ese imperio cuya historia ha sido utilizada como “el nuevo manual del imperialista moderno”. En esa oportunidad, aquella nación que se exacerbó en dominar a otros pueblos, invadiéndolos, esclavizándolos y matándolos, recibió un poco de su propia medicina.
Pero los argentinos habíamos comenzado ese día con la mitad de nuestra familia sin actividad, ya que se conmemoraba en nuestra patria el día del maestro, en conmemoración a la muerte de Domingo Faustino Sarmiento. Esa es nuestra primera historia con otras connotaciones; ya que ese ilustre sanjuanino, nos relacionó con esa fecha pero de otra manera. Desde pequeños nos enseñan la importancia del paso por la patria de aquel maestro ejemplar, pero hay otros aspectos de la vida de Sarmiento que influyeron aún más en la historia argentina y de la región. Esos aspectos son, sin lugar a dudas, los que llevaron a la actual conformación del mapa argentino chileno.
La división entre la Capitanía General de Chile y el Virreinato del Río De La Plata, era la cordillera de Los Andes. El Estrecho de Magallanes correspondía a Buenos Aires, pero estaba abandonado desde el descubrimiento del Cabo de Hornos, de navegación mucho más fácil. A mediados de 1.842, incitado por O`Higgins desde su destierro, el presidente Bulnes preparó una expedición en secreto para poblar el Estrecho de Magallanes.
Se necesitaba apoyarla en un presunto derecho. El ministro Montt adquirió o subvencionó un diario, El Progreso, que encomendó a Domingo Faustino Sarmiento, exiliado argentino, para una campaña para la ocupación de los estrechos. Desde el primer número, el 11 de noviembre de 1.842, y hasta el 28 del mismo mes, Sarmiento demostró la necesidad de adelantarse a la Argentina en la ocupación del territorio.
La expedición se preparaba mientras El Progreso la apoyaba; el 21 de septiembre de 1843 establece una pequeña base-Fuerte Bulnes( a 60 km de P. Arenas). El Gobierno argentino protestó y en enero de 1.848 dio instrucciones al ministro argentino en Chile, Miguel Otero, de “reclamar contra la violación de territorio argentino por la fundación que ha hecho de una colonia chilena en el Estrecho de Magallanes”
Juan Manuel de Rosas inició la recopilación de los derechos argentinos. Por su parte Chile entregó a Sarmiento la defensa de sus derechos, que hizo en La Crónica en marzo de 1.849 con el nombre “Cuestión Magallanes”. En el Nº 11 de La Crónica Sarmiento decía: “ Que Buenos Aires deje el estrecho a quien lo posea con provecho....! Magallanes por lo tanto pertenece a Chile... No solamente el estrecho, sino toda la Patagonia hasta las provincias de cuyo.
En 1.872 surge un grave problema, Sarmiento es presidente de la Argentina desde 1.868, el canciller trasandino, invocando los artículos de Sarmiento de El Progreso en 1.842 y La Crónica en 1.849 (Sosteniendo los derechos chilenos al Estrecho de Magallanes y la Patagonia) , ordena al Gobernador chileno en Punta Arenas hacer actos de posesión en la boca del río Santa Cruz.
Se planteaba una gran incógnita. ¿Una guerra con Brasil y con Chile? El problema con Chile estaba convenientemente agudizado. El gobernador chileno de Punta Arenas ocupa el río Santa Cruz, y ante la protesta del ministro argentino, el gobierno de Santiago contesta que “el derecho chileno a la Patagonia tiene la aprobación del presidente de la República Argentina”, recordando las campañas periodísticas de 1.842 y 1.849.
Sarmiento le pide a su ministro Frías que le haga sentir a los gobernantes de Chile “ Que hay falta de delicadeza en querer servirse de las apreciaciones de un diario que se proponía ser útil (a Chile) para comprometer a un presidente”, y decirles “Que lo obligaran a descender del puesto que ocupo... será una recompensa personal, acaso merecida, la que me darían los chilenos por el interés que me tomé en sus cosas, en su comercio, su adelanto, etc”.
En carta personal al ministro Ibáñez, (chileno), Sarmiento reconoce que el estrecho de Magallanes es “un canal útil solamente a los países del Pacífico”, y acepta que Chile lo mantenga – argumento distinto del de 1.843 – “para proteger la navegación”. Después de esta carta sería imposible volver a negociar la posesión del estrecho.
Dada la difícil situación con Brasil, Tejedor propone un arreglo provisorio. El estrecho quedaría en posesión de Chile y la Patagonia hasta el río Santa Cruz de la Argentina, debiendo someterse a arbitraje la zona intermedia (abril de 1.874). Chile demora un año la respuesta, que será afirmativa.
La solución no llegó sino hasta 1.881 cuando se firmara el tratado argentino chileno que al poco tiempo fue aprobado por ambos congresos
Sarmiento también escribió el libro FACUNDO, difamando en la figura de Quiroga, a Juan Manuel de Rosas. Es sugestivo el subtítulo del escrito “Civilización y barbarie” ya que es una frase casi siempre usada por aquellos que en nombre de la civilización, la educación y la libertad, persiguen, encarcelan y matan a los supuestos bárbaros. Pero el legado de Sarmiento (más de 5.000 km de frontera con Chile), nos trajo un acercamiento más que cotidiano con los trasandinos, sus costumbres y sus problemas y eso es parte de nuestra segunda historia.
Como hilvanados por un destino parecido, en la década de 1.970 gana las elecciones en Chile el Presidente socialista Salvador Allende, como Chile al igual que los demás países sudamericanos ha orbitado alrededor del Aguila Brava, un periodista le preguntó si no temía ser derrocado por un golpe de derecha. Allende sintió la pregunta presuntuosa y le respondió en forma categórica diciendo “El día del pico me van a sacar del gobierno”, haciendo alusión a esa parte masculina que no posee día de festejo en el almanaque.
El 11 de septiembre de 1.973 el general Pinochet lo derrocó y mató en un sangriento golpe militar, que sometió a Chile a la persecución, desaparición y muerte de muchísimas personas. La barbarie de las armas derrocó la civilización del voto del pueblo. Quedó así institucionalizado en la cultura popular chileno argentina el 11 de septiembre como El día del pico.
Pero... ¿Quién es Chile en el concierto de las naciones? ¡Sólo un paisucho más de los sudacas! Por tal motivo no se ha podido instaurar ese día como día internacional y ser reconocido en las Naciones Unidas. Pero si hay un país que se puede catalogar como el capo de los capos, ese es sin lugar a dudas “Los Estados Unidos De Norte América”, y esa es la última parte de esta historia.
Siete años después de su independencia, ya las 13 colonias duplicaron su superficie
A lo largo del siglo 20 atropelló, robó y mató a millones de personas en el resto del mundo en nombre de la libertad.
A lo largo del mismo siglo 20, no calló dentro de ese territorio una sola bala disparada por guerra o enemigo alguno. Tal es la capacidad de defensa que poseen mediante su tecnología y presupuesto de guerra, que pensaban que nunca llegaría el día de recibir un ataque de magnitud. La frase para nombrar ese remoto día, traducida al castellano argentino chileno debe ser muy parecida a “El día del pico”.
¡Bueno señores! Ese día llegó el 11 de septiembre de 2001 y tuvo como consecuencia la declaración del presidente norteamericano diciendo: “En esta guerra contra los enemigos de los Estados Unidos, el resto de los países deberán decir si están o no con nosotros, con la Civilización y la libertad de Los Estados Unidos o con la Barbarie y la prepotencia de sus enemigos”.
Por los motivos expuestos como son el día del maestro en honor a Domingo Faustino Sarmiento, el golpe militar chileno de 1973 y el ataque a las Torres Gemelas del 2001; creo conveniente que se institucionalice desde hoy 11 de septiembre, como el día de la Civilización o la Barbarie o mejor El día del pico.