Mi querido amigo
Estarás extrañado por este mail, pero te cuento que ayer me encontré con tus
viejos justo cuando dejaban la carpa docente, después de haber estado haciéndote
el aguante y me emocionó mucho el solo hecho de verlos. Casi se me cae el culo.
Tu vieja me contó al borde de las lágtrimas lo preocupada que estaba por vos y
lo dolida que estaba de ver la ciudad militarizada y la provincia prendida
fuego, con un Gobierno que no escucha a nadie, y me quedé con un nudo en la
garganta por ver la desilusión en las caras de ellos y por la impotencia de no
poder sumarme de lleno a una manifestación tan justa y necesaria.
Así que quería saludarte y felicitarte por el grado de compromiso que se que
estás teniendo en este tiempo de lucha y también agradecerte, porque vos y otras
personas - muchas de las cuales conozco, respeto y admiro- le están poniendo el
pecho y la cara a un reclamo que va mucho más allá del salario básico y los
pagos en negro, y con el que gran parte de la sociedad está consustanciada, más
allá de que no todos podamos aparecernos por los alrededores de Casa de
Gobierno.
Yo siempre fui pesimista (o realista) respecto de los resultados de esta lucha,
porque es evidente que se trata de ciudadanos comunes pulseando nada menos que
con el presidente de la nación y todo (absolutamente todo) su aparato, pero creo
que de alguna manera ustedes ya ganaron y lograron dejar al descubierto los
mecanismos de un sistema perverso que no puede seguir perpetuándose en el
tiempo.
Se, por verla a mi mujer y a mi hermana, que participar en este plan de lucha es
un esfuerzo terrible y que los descuentos salariales son criminales, lo que hace
más loable todo lo que están haciendo.
Sería muy lamentable que las urnas en Octubre no reflejen en forma contundente
las circunstancias que estamos viviendo.
Te mando un abrazo, y espero que pronto haya motivos para festejar con un gran
asado cuando todo termine, o al menos para poder disfrutar adecuadamente de
algunas cosas lindas que están pasando casi desapercibidas en medio de esta
crisis, como la espera de mi segundo hijo...
Cuidate
( 27 de Abril del 2007)
viernes, 15 de junio de 2007
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1 comentario:
Pequeño Pingüino, la verdad que leer esta carta -no sé quién es el remitente, para el caso es lo mismo- me hizo pensar que al final nunca te dije que a mí me producía prácticamente lo mismo ver a tus viejos haciéndote(nos) el aguante en la carpa, como ayer te lo hicieron en el circuito de ciclismo o cuando te fuiste a estudiar a La Plata. Mis viejos no entendieron muy bien esta lucha; sí me ayudaron en todo lo que pudieron y fueron en gran -grandísima- medida mi "Fondo de huelga". Una tarde, antes de una movilización, tu vieja me dijo: "No te hagás drama, dales tiempo; tus viejos no están acá no porque no te quieran o no te apoyen, esto es muy nuevo para todos y es cierto que da un poco de miedo...". Y tiene razón, a lo mejor lo mismo debería pensar de algunos (sólo algunos) de mis colegas que no se sumaron a esta lucha. En fin, Pingüi, pude entrar al blog y éste es mi comentario. Espero que no seas un trucho y lo actualices seguido, si no te vamos a cobrar factura, no te quepa duda! Y fuerza a todos los que estuvimos, estamos y estaremos, porque "la lucha recién comienza". Un abrazo,
Patricia
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