martes, 5 de febrero de 2008

Cuéntame otra tío Sam: "THE BIG FISH"

Esta puede que no sea la más increíble de las historias, pero fué algo, algo a lo que yo llamo toda una travesía...o una travesura, no se bien. Pero también un placer que no voy a olvidar, una vuelta de página a la inmadura soledad, una libertad que no había sentido antes, es decir, algo muy lindo para compartir, como en este caso con ustedes...mis queridos contactos desconocidos y otros no tantos. Espero les guste y sobretodo, si llegaran hasta este lugar por obra de su imaginación, podria decir que el objetivo del relato esta cumplido. Viajen conmigo por un momento.
Luego de pasar muchos años esperando la maduración sexual y de años de alimentación, era tiempo de emprender la carrera. No hablo de mí, sino de los salmones del Pacífico y sus “runs” o carrreras desde el mar hacia el lugar donde nacen remontando el río donde tienen su orígen y crianza hasta el estadío juvenil.
Es un ciclo interesante conocer pero trágico a la vez, ya que muchos, luego de cumplir su ciclo de desove, mueren allí y otros tantos no llegan a completarlo y mueren en el intento, como muchos de nosotros.
Vida y muerte en el mismo lugar, entrega de la propia vida por preservar la especie, es un fenómeno que nos deja la labor de analizar el mensaje de la naturaleza viva, teniendo en cuenta la amplitud y magnitud de este término, que puede ir desde contemplar un árbol, hasta valorar al insecto estéticamente más horrible del planeta (y lo mejor de todo...no asesinarlo).
Algo así es naturaleza viva, algo así es lo que hago referencia en este atrevido cuento vivido.
Como el salmón Chinook, yo también me he preparado durante un tiempo para mi propio run, una corrida hacia los escasos lugares en la Patagonia sin fronteras donde se puede vivir y contemplar a estos colosos de descomunal tamaño. Y al paso del relato, me viene a la memoria mi encuentro con un pescador en ese mismo escenario natural, que sin presentación mediante, me dijo, mientras encendía un cigarrilo y con la mirada fija en el río como si aún no pudiera olvidar : “por 100 gr. No pude tener el récord que es de 26 kg. y que se registra en el Hotel Explora”. Mi cara de asombro y admiración no fue precisamente por lo que le había ocurrido a él y a la escasez de la diferencia, sino que recién llegaba al lugar y aún sin haber armado mi caña, ya me empezaba a hacer una idea del tamaño que estábamos tratando allí.
El aumento de mi adrenalina era directamente proporcional a los minutos que permanecía fuera del agua y las expectativas eran muchas por el tiempo que me preparé para ese momento. Pero no me quiero adelantar, también enmarcan a esta historia los pormenores de los preparativos, ya que no dejé que se escapara ningún detalle, desde mapas, las moscas salmoneras más rendidoras en el Río Skeena, en la Columbia británica en Canadá bajadas de Internet, desde las convencionales o clásicas hasta las de diseño personal, los materiales de atado que incluían todas las combinaciones de colores, la resistencia del anzuelo, el peso de la línea adecuada, el freno del reel que funcione a la perfección y obviamente una prueba del mismo simulando un salvaje pique en el living de mi casa.
“el tiempo del salmón es ya!” fue lo último que escuché en una casa de pesca de boca de un guia, luego de que me contara enérgicamente su experiencia y de su caña partida como resultado de la misma.
La ansiedad y el insomnio, ya me empezaba a jugar en contra y me podría olvidar de los fósforos, la sal o lo que sea, pero no de algún elemento del equipo, una vez allí no habría solución.
Y todo listo, 5 am partí con la camioneta cargada hacia la embocadura del Río Serrano, o sea hacia su naciente en el Lago Toro dentro del Parque Nacional Torres del Paine en la Patagonia Chilena.
Nunca creí que iba a detenerme tantas veces en un viaje relativamente tan corto, pero el paisaje lo merecía y yo quería conservar esa imagen por siempre, un camino que serpentea entre lagos y ríos ubicados caprichosamente en el espeso bosque patagónico.
También pensaba durante el viaje que conocer las torres de cerca, un verdadero rascacielos de piedra de granito a 3.700 mts. de altura me iban a servir de consuelo en caso que los resultados no sean satisfactorios.
Finalmente llegué al lugar y luego de que Erig, un chef chileno que conocí y que se encontraba en el mismo camping con un grupo de turistas extranjeros me dijera, mientras preparaba la mesa y me recibía un mate, “ahora cuando vayas a la boca vas a verlos que saltan y te sacan la lengua” bromeando sobre el “rise” que hacen al tomar un insecto que se deposita en la película superficial del río.
Y así fue, a pesar de mi incredulidad y luego de armar mi carpa en un tiempo récord, me encontraba en la embocadura, a la orilla del río con el weader y el chaleco puesto a las 5 de la tarde y con 32º de calor, observando el espectáculo sin salir de mi asombro, a pesar de lo que Erig me había dicho minutos antes.
Comencé probando mi mejor mosca fabricada días antes, acertando el tiro en el medio del "pool" o pozón y en lugar exacto de su banquete… y nada. Probando con otro color, otra línea, acortando y alargando el leader, repitiendo los “mends” o rectificaciones de la deriva de la línea, etc
Esta tarea se repitió varias veces y así pude presenciar dos puestas de sol, dos lunas y tres ocasos…y nada.
En tres días tenía una ampolla en la mano producto del viento, del peso del equipo y los forzados cast, y el brazo derecho prácticamente roto. Pero no iba a renunciar porque allí lo veía a ellos, aún demostrando su fortaleza y agilidad a pesar de su desproporcionado tamaño.
La versión contradictoria es la que sustentan aquellos "científicos de la experiencia" que dicen que en sus runs no se alimentan y que sólo toman los insectos o cualquier ser vivo u objeto que atente contra su instinto territorial, y este conocimniento empírico se funda en los hechos de que, luego de capturarlos, han abierto su estómago y no han encontrado alimento.
Y Entonces empecé a deducir algo importante: la mosca y la presentación de la misma en el pool no era importante, sólo se la tenía que hacer pasar por la jeta, adoptando ya una actitud de intolerancia debido al escaso resultado y al cansancio acumulado.
La boluminosa mosca voló, cayó torpemente en el centro del canal lejos de mí, se hundió rápidamente, y mientras mi corazón se aceleraba, derivó hacia su territorio y efectivamente lo invadió irritando a la bestia que la tomó con decisión y con la misma decisión de no morir sin antes depositar las ovas de su vientre en el mismo lugar de su nacimiento.
Comenzó la alocada y desesperada lucha que se extendió durante una hora y más, valiéndose de su experiencia, de su peso y de sus incalculables fuerzas, pero nuestro encuentro era inminente. Yo tampoco iba a abandonar mi propio run, era tan importante como el suyo, había llegado hasta allí para depositar todo lo que había aprendido durante tantos atardeceres en el río y lo que él me había enseñado.
Lo quería en mis brazos y ese capricho no iba a desestabilizar la naturaleza.
Sentado a la orilla del río, de espaldas a las imponentes Torres y fatigado, agradecí por ser parte de ese entorno y por haber conocido a tantas personas que amenizaron este viaje.
Luego de un rato allí me despedí de quienes, por unos días fuimos amigos, hermanos y tan parecidos por compartir la misma locura, el mismo cansancio y la misma pasión…una buena vida.



Ariel Pérez, escritor freelance



12 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanto el relato de torres del paine, parece que estabas muy inspirado!!! esta muy bien relatado que por un momento pareciera que yo hubiese estado ahi... te felicito!!! y espero que sigas relatando historias y que nos enseñes a pescar jejeje saludos

Morocha

Anónimo dijo...

Ariel, conozco Natales y he ido a pescar, cuando no hemos sacado nada fuimos al centro civico a la casa de pesca y compramos un pez como el q vos compraste para tu foto, no seas versero, sale $10000 pesos chilenos,ahora como haras para traerlo a ese juguete?para tus sobrinos qizas,te vimos pescar y dejaste mucho q decear,en gregores diste vergüenza,eso dicen!
Un amigo.

Anónimo dijo...

cuando el talento no alcanza para el deporte es bueno canalizarlo hacia otro arte. Continua la pesca que comenzaste en la carpa.
El Titular

Anónimo dijo...

YO VI EL VIDEO... SE EL DE WANDA TAMBIEN... PERO NO, VI EL VIDEO DONDE WALT DISNEY ESTA SACANDO ESA PIEZA QUE LO DIGNIFICA.SUBILO PINGUI, PARA QUE NO HABLEN AL PEDO.
UN AMIGAZO.

Pingui dijo...

GRACIAS AMIGAZO vos sos como los superhéroes...apareces en los momentos oportunos haciendo justicia. No contaba con tu astusia!! en cuanto sepa como se hace para subir ese video...

Anónimo dijo...

hoola tio!

muy profundas y descriptivas tus palabras..me gusto mucho :)
Despues te voy a pasar unas letras de canciones que hice asi las lees tio escritor.
Besitos te quiero un monton!

ShUu

Anónimo dijo...

hoola tio!

muy profundas y descriptivas tus palabras..me gusto mucho :)
Despues te voy a pasar unas letras de canciones que hice asi las lees tio escritor.
Besitos te quiero un monton!

ShUu

GUIA POCKETBLOG dijo...

Tremendo el Pez!!

Te cuento que trabajo para una revista sobre el mundo de los blogs.
En cada numero trabajamos bajo un concepto distinto, en el próximo será Libertad.
Te paso el link por si pensas que para algún numero podes llegar a participar.

www.guiapocketblog.blogspot.com

Saludos!! y a seguir con el buen blog!!

Pingui dijo...

gracias pocketblog estamos en contacto y voy a tratar de aportar a la revista de ustedes. nuevamente gracias por tu contacto

Pingui dijo...

gracias pocketblog estamos en contacto y voy a tratar de aportar a la revista de ustedes. nuevamente gracias por tu contacto

Anónimo dijo...

Pingui te felicito por tu espacio continua suerte.

Anónimo dijo...

Pingüi. amigo.-
ese no es el mismo pez que agarró tu viejo el año pasado..? ja ja ja

Espero que sigas siempre bien..!
Te envío un gran abrazo.-

Héctor ( el de BOCA...)